miércoles, 25 de noviembre de 2015

Entrevista con Andrés Brito en la RTVC sobre el Congreso de Madurez Activa


Diario del Coach - DAESH


¿Estados Islámico? ¿ISIS? ¿Daesh ¿Cómo hemos de llamar a estos malnacidos? Recuerda que el lenguaje no es inocente y que la forma de denominarlos tiene un efecto contundente según el nombre que se escoja. El propio Gobierno español ha optado por cambiar la nomenclatura a la hora de referirse a los terroristas. ¿Por qué?

No parece adecuado utilizar el nombre Estado Islámico porque sería legitimar la existencia de un país que no existe, o considerar que todos los musulmanes son terroristas. ISIS es el acrónimo en inglés de Islamic State of Irak and Syria, o sea, Estado Islámico de Irak y Siria, con lo que tampoco es apropiado, dado que es una variante del caso anterior.

Sin embargo, tal y como explica el experto en terrorismo internacional Evan Kohlmann, llamarlos Dáesh, el acrónimo árabe de al-Dawala al-Islamiyha al-Iraq al-Sham, a pesar de que también significa Estado Islámico, tiene una connotación profundamente peyorativa para ellos, dado que la palabra suena igual al término que usan para expresar “algo para aplastar o pisotear” (por ejemplo, un insecto repugnante) o también “intolerante”, “el que siembra la discordia”, lo mismo que etimológicamente significa para nosotros la palabra diablo. Cuentan que la repulsión que los terroristas experimentan ante la palabra Dáesh es tal que en los territorios bajo su hegemonía han cortado la lengua, o directamente asesinado, a quienes lo han utilizado.

Si La Marsellesa se ha convertido (otra vez) en el escudo musical de resistencia, utilizar Dáesh parece la mejor opción a la hora de referirse a estos seres (¿humanos?) capaces de inmolarse a sí mismos con tal de llevarse por delante a cuantas más personas puedan.

martes, 10 de noviembre de 2015


Comprender la diferencia entre decir que Juan mide 1.80 y decir que Juan es alto es esencial en coaching porque supone saber distinguir entre un hecho y una opinión. Para tener la certeza de lo que mide Juan basta con utilizar un metro que arroje una medida objetiva. Que Juan sea alto dependerá de con quién se le compare, pues acaso resulte hasta bajito si lo ponemos junto a un jugador de la NBA. Las discusiones comienzan cuando manifestamos opiniones como si fueran hechos. Y prepárate, porque en las próximas semanas veremos esto una y otra vez durante la campaña política.

¿España va bien o va mal? Formula esta pregunta y tus interlocutores se lanzarán a sentar cátedra dado que “bien” o “mal” son cuantificadores tan subjetivos como complejos de definir. En Programación Neurolingüística utilizamos una herramienta denominada “Metaprograma de Comparación” que nos ayuda a hacernos una idea más clara a la hora de posicionarnos. Consiste, como su nombre indica, en comparar datos: si vemos, por ejemplo, que baja el paro entre dos fechas de referencia podemos afirmar, a lo sumo, que el empleo ha mejorado.

Pero cuidado con las estadísticas, porque a veces a un mismo dato se le puede dar a la vez un significado y otro completamente opuesto según quien lo interprete. Por ejemplo: el que hayan descendido las denuncias por delincuencia (el hecho) puede significar que hay más seguridad o que las víctimas están tan decepcionadas por la actuación de la justicia que ya ni siquiera se molestan en acudir a la comisaría cuando sufren un delito.

Truco: cuando alguien aporte un dato que sospeches que es una opinión pregúntale “¿cómo lo sabes?” y guarda silencio esperando la respuesta.

viernes, 6 de noviembre de 2015

Diario del Coach - NO PUEDO


Cuando dices “no puedo”, ¿no estarás queriendo decir “no sé cómo hacerlo”? Formular la pregunta adecuada es básico en un proceso de coaching para desbloquear ciertas situaciones en las que una persona se enroca sin muchas veces ser consciente de su parálisis. Este es un buen ejemplo. De igual forma, te invito a que te plantees cuántas veces pones la excusa del “no puedo” cuando, en el fondo, lo que sucede es que no quieres. A fuerza de repetir “no puedo” corres el riesgo de vaciar de contenido la expresión y de utilizarla como un comodín en situaciones en las que realmente sí que puedes, pero no sabes cómo hacerlo o no te apetece.

Lo curioso es que para estos tres supuestos hay solución: si una persona no sabe siempre puede aprender o preguntar al que sabe más; si no quiere, exploramos en el proceso de coaching cuáles pueden ser las razones que le motiven a actuar; finalmente, para quien no puede siempre es posible explorar si existe alguna herramienta que le ayude a conseguirlo.

Resumo: aprendiendo sabemos, motivándonos queremos y actuando con los recursos adecuados terminamos pudiendo.

Preguntas que puedes formular a alguien que te dice sistemáticamente que no puede, o para que te replantees alguna situación propia: ¿qué te lo impide específicamente? ¿Qué necesitas para poder? ¿Cuándo o dónde no puedes? ¿Qué sí puedes hacer? ¿Qué pasaría si pudieras? ¿Cómo influye en tu vida que ahora mismo no puedas?
Un dato curioso: el verbo poder proviene de la raíz indoeuropea potis, que significa amo o dueño. Es interesante este matiz porque quiere decir que cuanto más podemos, más “nos adueñamos” de la situación, más “soñaremos” sobre nuestras capacidades.

ÉXITO ROTUNDO DEL TALLER DE INTELIGENCIA FINANCIERA


Las evaluaciones personales y anónimas cumplimentadas por los participantes una vez finalizado el evento no dejan lugar a dudas sobre su éxito dado que alcanzan una media de SOBRESALIENTE (9’6 sobre 10).

De viva voz, nos verbalizaron su profundo agradecimiento por haber puesto en marcha este Taller y nos manifestaron su enorme entusiasmo ante la perspectiva de una sustancial mejora económica que se abre tanto para sus organizaciones como para ellos personalmente una vez que comiencen a poner en práctica las estrategias aprendidas. Ello nos congratula puesto que demuestra que, una vez más, nuestra Obra Social ha sabido responder a las necesidades manifestadas por las entidades de voluntariado a las que servimos.

 Por último, nuestra Obra Social no puede dejar de agradecer efusivamente al ponente, Andrés López, su total disponibilidad y extraordinaria amabilidad que favoreció el clima de colaboración mutua  que impregnó su presencia entre nosotros.