miércoles, 8 de julio de 2015





Según la escritora estadounidense Maya Angelou, “las personas olvidarán lo que dijiste, las personas olvidarán lo que hiciste, pero las personas nunca olvidarán cómo los hiciste sentir”. La inteligencia emocional se basa en reconocer tanto las propias emociones como las de los demás, y actuar en consecuencia. Pero, ¿sabes cómo generar emociones positivas en quienes te rodean?

Uno de los clientes que puso en marcha conmigo un proceso de coaching me reveló que, por lo general, las personas no se sentían a gusto con él a pesar de que se esforzaba en ser amable y actuar con profesionalidad. Poco a poco descubrió ciertos aspectos de su conducta que podían explicar lo que sucedía: evitaba el contacto visual, rara vez sonreía, no empleaba el nombre de sus interlocutores mientras hablaba con ellos, estrechaba la mano de forma lánguida y húmeda… En otras palabras: su lenguaje corporal no estaba en consonancia con sus palabras, lo que generaba desconfianza y rechazo.

Indagando en a qué atribuía aquella disonancia llegó a la conclusión de que su pensamiento dominante cuando interactuaba con otras personas era que les iba a caer mal. Naturalmente, se trataba de una creencia irracional que, gracias al coaching, pudo sustituir por otra más potenciadora: que el mundo estaba deseando conocer sus ofertas y que estar con la gente era una experiencia deliciosa. “¡Parece magia!”, me dijo en una de las sesiones tras poner en práctica este reencuadre mental. “No lo es –le contesté yo-, sino la prueba de que el mundo funciona como un boomerang y nos devuelve aquello que le lanzamos”.

¿Y tú? ¿Qué pensamiento domina en ti cuando estás con los demás? ¿Cómo crees que afecta a tu conducta?

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