lunes, 29 de junio de 2015


“Lo que tengo que hacer me desborda”, “no sé por dónde empezar”, “no paro en todo el día y, al final, tengo la sensación de que no he avanzado”. Estas y otras verbalizaciones por el estilo son habituales al comienzo de un proceso de coaching. La persona no se planifica convenientemente, acaso porque ignora estos siete pasos para hacerlo:

1. Comienza por ordenar el espacio físico en el que vas a realizar la tarea de planificación. A veces, sólo haciendo esto comienzan a clarificarse las ideas. El coaching separa lo mezclado y une lo separado.
2. Determina qué ámbitos de vida vas a trabajar, como por ejemplo tu salud, tu trabajo, tus relaciones familiares, ese proyecto personal que has estado postergando, tus finanzas… Puedes usar, por ejemplo, un folio para cara ámbito.
3. Define metas concretas según cada uno de esos ámbitos. ¿Qué quieres conseguir a corto, medio y largo plazo? ¿Para qué quieres eso?
4. Prioriza. ¿Qué es urgente? ¿Qué es importante? ¿Qué se puede dejar de hacer?
5. Divide cada meta en tareas concretas más pequeñas (lo que técnicamente se denomina chunking). Revisa: ¿haciendo esas tareas alcanzas el objetivo?
6. Pon las tareas en el calendario. Por eso son esenciales los dos puntos previos, pues teniéndolas priorizadas comenzaremos por las más urgentes.
7. Evalúa la consecución de los objetivos. Si observas que no te estás acercando a donde quieres, ¿qué has de hacer o dejar de hacer para corregir el rumbo?
El tratadista austríaco Peter Drucker afirmó: “La planificación a largo plazo no consiste en pensar en decisiones futuras, sino en el futuro de las decisiones presentes?. ¿Qué quieres conseguir y qué harás hoy para estar más cerca de conseguirlo?”

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.